domingo, 30 de junio de 2013

VILANOVA Ramos Mejía


Un singular desarrollo residencial apuesta fuerte en La Matanza. Ambicioso y bien presentado, Vilanova es el mejor proyecto en ejecución al Oeste metropolitano.

VILANOVA le da a Ramos Megía una nueva cara.

La Matanza, es un partido particular dentro del Área Metropolitana por tres cuestiones: es uno de los más grandes en superficie, el de mayor población y el único de todos  que se desarrolla en la primera y segunda corona al mismo tiempo. De los 14 partidos que conforman el conourbano Bonaerense, La Matanza capta casi 2/10 de la población total y aún posee áreas vacantes. 

Vilanova se ubica en Ramos Mejía que concentra el grueso de la población con mayores ingresos y posee los mejores servicios en un partido que es sinónimo de pobreza para el poblador de la metrópoli. 

Proyectos como Vilanoba son osados en el sentido de apostar a partidos que no son elegidos por los desarrolladores simplemente por no pertenecer a las zonas donde tradicionalmente se realizan este tipo de inversiones. Este es el primer Review positivo del blog. 


VILANOVA propone un estilo de vida relacionado con el corredor NORTE, en el OESTE.




El eje norte que ha crecido a un ritmo superior desde la década del 70' está próximo a llegar a un punto de saturación. El recorrido hasta capital se ha hecho el más largo y congestionado de todos. Esto deja a los partidos más cercanos a Capital en ventaja frente a los más lejanos del eje norte. Se podría ver que realmente no hay demasiada diferencia entre Vicente López al Norte, Ramos Megía al Oeste y Avellaneda al Sur. Es el estar pegados a Capital lo que realmente define esta ventaja. Vilanova busca captar posibles inversores no solo de Ramos Megía sino también de Capital, o que trabajen en Capital y vivan en otro partido ahora, dado que un proyecto con las características de Vilanova es más típico de zona norte, Tigre por ejemplo, que cualquiera de los otros corredores. Es el estilo de vida verde y suburbano del corredor norte lo que atrae a los inversores, por eso los desarrolladores apelan a la calidad de vida como principal imán de los futuros propietarios. 


Ramos y Avellaneda comparten un detalle interesante en el esquema de organización metropolitana: poseen todavía enormes lotes que pertenecieron a antiguos establecimientos industriales hoy abandonados o en decadencia o que simplemente cambiaron normativas de uso de suelo que prohibieron la industria y hoy están vacíos. 


VILANOVA apostó a reconvertir dos manzanas completas.


Este abandono arrastró hacia abajo el valor del suelo de varias localidades, pero podrían dar un salto cuantitativo si alguien tuviera visión de esta ventaja entendiendo su potencial: Vilanova es un emprendimiento típico de zona norte ubicado en el Oeste, en los terrenos de una fabrica abandonada que, lejos de permanecer así indefinidamente, albergará ahora el mejor desarrollo del Oeste metropolitano.

Vilanova llamó realmente mi atención porque se trata de una apuesta fuerte de lo que podría ser un verdadero éxito y hasta me atrevería a decir marcar un punto de inflexión entre lo que se viene dando y lo que podría darse en el futuro. Si la tendencia de utilizar antiguos lotes industriales se fortificara, podría generarse una trasformación sustancial de lo que es ahora y hasta instalar la idea que es falso eso de partidos buenos y partidos malos, tomando como punto de partida que se podría discriminar el vivir cómo del vivir dónde.

La habilidad en el tratamiento de la imagen de Vilanova es crear el paralelo entre el proyecto y lo que se se viene desarrollando en el Norte, por eso la marca del proyecto muestra una colina verde, los volúmenes y un par de árboles (exentos en la pradera) aunque se trate de un proyecto inmerso dentro de la trama consolidada.



Puntos de control. Se accede al corazón de cada manzana por 2 portales ubicados sobre la nueva calle


Podemos encontrar un punto en común entre Vilanova y el proyecto de MSGSSS de Talar de Martinez, una propuesta muy europea de organizar las viviendas en torno a un espacio vacío central. En Vilanova, las viviendas generan el perímetro que cierra el espacio verde por medio de entradas controladas, dejando privatizando este generoso claustro para el uso de los vecinos. El tamaño del conjunto corresponde a la escala de barrio residencial  donde se implanta, barrio que seguramente se vea valorizado porque pasará de tener una fábrica abandonada a un conjunto de viviendas con estética cuidada. Tan solo observemos el tratamiento gráfico de su página web y comparémosla con, por ejemplo, el Estrella del Sur que tiene cero presentación.

A no confundir Vilanova con esos proyectos que se construyen dentro de countries y barrios cerrados, edificios de pocas plantas organizados de manera más o menos ortogonal, más o menos orgánica. Vilanova si hace ciudad, los otros no. Puede compartir la imagen pero solo eso. 

Vilanova, en cuanto a su funcionamiento, se parecería más al conjunto Los Andes de Fermín Bereterbide (1895-1979) que reluce en el barrio porteño de Chacarita, construido en 1931. Para el que no lo conozca, hágalo, es la semilla de muchos proyectos exitosos, eternamente olvidado por los arquitectos argentinos que prefirieron la torre excenta y no el claustro. En pocas palabras, olvidaron la escala media de hacer ciudad. Los Andes  puede haber sido una de las fuentes de inspiración para el proyecto, como seguramente lo fue para MSGSSSS al crear Talar de Martinez.  

Conjunto los Andes. Vecinos viven espacios comunes desde 1931.


Este tipo de desarrollos permite lo que no permite la torre: una forma de vida más social porque se comparte mucho espacio visual con ellos. La torre, al apilar viviendas y suponer que sus espacios circulatorios son para permanecer poco tiempo, torna la experiencia de habitar una torre un tanto más anónima. Si recorremos hoy el conjunto Los Andes, no solo constataremos su perfecto estado de conservación sinó también que ofrece un espacio seguro para la interacción de los vecinos. Esto le agrega valor al barrio y la torna socialmente sustentable

Recapitulando, estamos hablando de un perímetro de viviendas que encierran un espacio verde central privado y amenities en la planta baja. Todo estaría ejecutado con el mismo lenguaje, sencillo y contemporáneo, que no es una maravilla, pero que tiene una calidad tal que puede crear un paisaje armonioso, aunque esté realizado con los mismos materiales que otros proyectistas usan para crear desastres. El retranqueo del último nivel genera una sensación de manzarda que torna el volumen más amigable con la calle. 


Acertado aunque monótono, el lenguaje de VILANOVA materializa 8 cuadras enteras.



Lo más particular de este desarrollo es que ocupa dos manzanas. Es una característica excepcional, algo que muchos arquitectos matarían por intervenir: Vilanova tiene una cuadra propia con completo control de ambas veredas enfrentadas. Es algo único, pasar por ahí puede ser considerado hito urbano, tal cual pasara en esos contados sectores donde las fachadas de diferentes lotes son muy parecidas. Los accesos principales peatonales a las dos manzanas que ocupa Vilanova se producen sobre esta calle, aprovechando seguramente la atmósfera que este paisaje puede crear. Ese es otro de los rasgos europeos de este proyecto, por tener fachadas tan largas y homogéneas. En Europa, el grado de planificación reinante otorga lotes enormes a conjuntos que suelen ocupar manzanas enteras, eso crea barrios de estéticas uniformes. 

Hacen falta más proyectos como estos en la metrópoli y el país. La diferencia está en el proyecto: mejor arquitectura para una mejor ciudad. 

CLAVES para entender un VILANOVA RENOVADOR

  1. Apuesta al Oeste por medio de la reconvención de un lote abandonado, mejora la ciudad existente y la revitaliza.
  2. Crea un conjunto residencial de dos manzanas en suelo urbano consolidado, situación excepcional. 
  3. Propone una tipo de conjunto de mediana densidad que encaja perfecto en un barrio de casas bajas.
  4. Logra una estética cuidada.
  5. Crea una calle que puede ser considerada un hito urbano.
  6. Puede albergar una comunidad de vecinos socialmente sustentable.

martes, 28 de mayo de 2013

PALACIO BELLINI gordo valor


Palacio Bellini se ubica en un área estratégica para el mercado de propiedades de lujo en Ciudad de Buenos Aires en un terreno excepcional de media manzana y consideraciones con su entorno que lo posicionan por encima de otros proyectos de calidad premium. Fue una apuesta muy interesante con un resultado que deja un poco que desear.


Render del proyecto, color, brillo y mucha actividad.

El Bellini es una de esas oportunidades de dar el ejemplo que no comenzó con esas intenciones. La primera propuesta del estudio Aisenson era la de construir dos torres sobre un basamento, cocheras dentro del basamento y una terraza jardín sobre ellas. Es un planteo apresurado que le ganaría al proyecto duras críticas por atacar una zona de edificios bajos y compactos con dos torres altas y exentas, muy genéricas. Es un planteo en contra de la ciudad tradicional de edificios al frente y calles corredor.

Primera propuesta: dos torres con basamento de cocheras.
La medianera del Palacio de los Patos tapada con hiedra.

Dado que la ubicación es extraordinaria entre el Zoo y el cementerio de Recoleta, cercano a importantes parques y rodeado de los mejores edificios de la ciudad, se decidió arrancar el proyecto desde cero haciendo hincapié en una tipología edilicia opuesta al primer planteo: se pasaría de dos torres sueltas con basamento a un edificio bajo y compacto con un patio en el centro. Y ahí está lo mejor de este proyecto, que iguala la altura de la fachada del Bellini con la de su edificio vecino, Palacio de los Patos, con  quien comparte el resto de la manzana. Esto clave para entender el proyecto que tiene un terreno de tamaño poco visto en áreas centrales. Media manzana es un lujo.


El Bellini es una C que envuelve un patio que expone la parte trasera del Palacio de los Patos pero se pone a su altura, integrando una fachada a la otra. Es un caso atípico en la ciudad que solo dos edificios compartan una sola manzana. 

El vecino del Bellini es un edificio de renta de principios del siglo pasado. Los desarrollos inmobiliarios con pequeños departamentos para alquiler no son invento exclusivo de estas últimas décadas. Podemos identificar un edificio de renta clásico por el espacio y la manera que ocupan los lotes, recurriendo a angostos patios de aire y luz para ventilar muchos pequeños departamentos. Esta manera de ocupar los terrenos fue abandonada gracias a leyes que prohibían hacer un uso tan abusivo del suelo urbano. Las elaboradas fachadas contribuían a realzar la imagen de edificios que estaban pensados para sobrevivir el paso del tiempo y no tirar abajo el barrio. El Bellini, no solo iguala alturas, también toma líneas del Palacio de los Patos y las transforma en parte del proyecto.


Maqueta del Bellini y el Palacio de los Patos, véase cómo algunas líneas
 del edificio vecino son tomadas para generar el nuevo.  

Es interesante el manejo de la altura del Bellini porque estamos hablando de una consideración con el contexto que pocas veces es visto en una ciudad como Buenos Aires, con mucho patrimonio, una cultura establecida de cómo hacer ciudad y donde muchas veces las medianeras son un dolor de cabeza. En general se piensa los proyectos sin el entorno. El respeto por el patrimonio y oferta cultural es indispensable para mantener a la ciudad en la mira de un tipo particular de turista que es sensible a estas cuestiones. Dentro del Bellini encontraremos un apart hotel.


Palacio Bellini en la actualidad, el misterio de la planta baja y el deslucido resultado final.

Cada uso tiene su propio acceso: hay estudios, locales comerciales, amenities y cuatro subsuelos de cocheras. Tiene 50344 metros cuadrados. El Bellini Plaza San Martin, también de estudio Aisenson, supera al Palacio Bellini tan solo por un quinto de su superficie. No parece tan grande porque no tiene muchos pisos, pero consideremos que tiene bajo la vereda una altura equivalente a la mitad de lo visible. Sus proporciones atípicas me recuerdan a edificios de puerto madero, tranquilamente podría estar allí, hasta tiene una calidad constructiva similar.

La unión entre los dos edificios. 


El factor turismo, belleza y barrio son fundamentales para el Bellini y ahí la clave de algunas consideraciones propias de una calidad de construcción que terminó por opacarlo: se lo ve apagado y áspero, los renders lo mostraban lleno de brillos y hasta más elegante. Los artistas del render superaron a los artistas de la construcción que recurrieron a soluciones standar para su ejecución, seguramente para abaratar costos. Encima está pintado de ese color que no es blanco que no es gris que no es crema con el que se están pintando todos los nuevos desarrollos de la ciudad.


Una de las esquinas del "Palacio". Deberíamos verla  y decir "es del Bellini" pero es genérica como cualquier otra esquina de la ciudad.

En el corazón del Bellini encontraremos un patio. Es uno de los sectores que más se evidencia la falta de tacto con ciertos detalles que una propiedad premium debería no descuidar. Por empezar, dejaron al descubierto la espalda del edificio vecino, algo que también habían descuidado en la primera propuesta. Un médico tapa con tierra lo que un arquitecto tapa con hiedra. Sobre la medianera del Bellini plantaron unas coníferas que le dan un aire mediterráneo a juego con revestimientos de piedra rústica que no tiene nada que ver con las estilizadas líneas del resto del proyecto.


Nótece en la izquierda la pared con ventanitas horribles. 

Cipreses para tapar un poco la medianera.

En este patio hay una pileta sobre unos aterrazamientos tipo deck con un diseño muy básico, entristecido por la sombra que le llega de todos lados. Y ahí está una cuestión sobre el segundo espacio exterior del Bellini, la cubierta, el "techo" del conjunto que es tan solo eso. Podrían haberse previsto espacios exteriores que le saquen provecho a esta gran superficie donde la pileta podría estar disfrutando del único espacio que tiene sol todo el día. No es una posibilidad que no pueda alcanzarse en el futuro aunque por ahora tendremos que contentarnos con ver aparatos de aire acondicionado y demás cosas que no se ven desde abajo pero si desde arriba: el Bellini está rodeado por edificios más altos.

Algo llamativo es la campaña fotográfica creada para la promoción del Bellini. En ella se recurre a una banalización del propietario mostrándolo rígido, impecable y sonriente, poseedor de un alto poder adquisitivo potenciado por su avidez por la moda y los empapelados estridentes. Todo bien con recurrir al imaginario, pero es como si el Bellini fuera la versión local de lo que pudiera conseguirse en otra capital del lujo, siendo la oferta original un producto de lujo verdadero y no una inspiración que terminó con una calidad constructiva inferior. Se pone el ojo en lo inmóvil del proyecto, no en la decoración de interiores que pueda llegar a sostener. El video promocional nos da una recorrida de los hipotéticos cuadros y muebles de un propietario cualquiera y no muestra nada de balcones, ventanas, pisos y paredes que hacen verdaderamente al edificio. No es un temita exclusivo del Bellini, en general los render abundan en imágenes de interiores cargados de muebles hermosos que no están incluidos en la compra. Es algo orientativo que termina desviando la atención de cosas más importantes.






CLAVES para entender un Palacio Bellin DESLUCIDO
   

  1. Es buena idea que el proyecto tome de su contexto elementos para darle forma. 
  2. La calidad de las texturas, los colores y los detalles constructivos en general  dejan mucho que desear tratándose de un edificio premium en uno de los mejores barrios de la ciudad.
  3. El patio podría haber sido diseñado con un poco más de entusiasmo. 
  4. La terraza es más grande que el patio y se la desaprovechó como espacio exterior.