En una de las tomas generales de la ciudad se había colado una imagen del edificio, pero no! Se trataba de otra torre muy parecida. Viendo unas fotos aéreas caigo que está cerquita del Conrad. ¡Qué nivel! ¡Qué delicia!
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Artower una torre de viviendas de veintipico pisos con nombre en inglés, algo así como Torrearte. Está destinada a quienes quieran invertir en diseño y amenities en una hermosa ciudad donde pasar las vacaciones. Quiere ser llamativa y tiene un color blanco muy moderno.
Queda claro que de arte no tiene nada, ni siquiera la sosa escultura que estará alineada con el ingreso como lo hace el obelisco a San Pedro.
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| El ingreso procesional con rotonda, una suerte de monumento de plaza. |
Queda claro que de arte no tiene nada, ni siquiera la sosa escultura que estará alineada con el ingreso como lo hace el obelisco a San Pedro.
Artower fue proyectada por el estudio del uruguayo Carlos Ott, reconocido por arquitectura institucional en grandes ciudades del mundo. Su amplia trayectoria atrajo a desarrolladoras inmobiliarias cuando se necesitaba un diseño de autor. El auge de la arquitectura inmobiliaria en la producción del estudio responde a la merma de la oferta de arquitectura institucional en un tiempo donde las empresas manejan sus presupuestos con cautela.
La Obra de Ott es postmodernista, de llamativas curvas pocas veces justificadas. Carlos Ott reproduce un remasterizado del antiguo mal llamado estilo internacional, creador de mucha arquitectura genérica para sus proyectos grandes. Para los proyectos chicos, hace uso de recursos más extraños. Ott tiene en su haber muchos hermosos edificios, supongamos que va todo en función del entusiasmo que le ponga.
En Artower las formas nos remiten al futurismo de mediados del siglo XX, con recursos más visuales que útiles. El máximo de estas expresiones en Artower es la marquesina que cubre parte de la pileta techada (en PB) que combina con otras marquesinas y voladizos del edificio aunque no se sepa muy bien para qué. Me recuerda a la casa de los supersónicos porque utiliza un lenguaje ingenuo sobre lo que la arquitectura contemporánea tiene para ofrecer.
El ingreso a Artower se realiza desde una rotonda y un paso vehicular, algo que perjudica la esquina. Puede llamar la atención como el rulero en Retiro por su cuerpo cilíndrico, por su singularidad, pero eso no lo destaca realmente de otros edificios de la zona.
El volumen principal está en el centro del lote rodeado por dos espacios comunes armados en forma radial. Los espacios privados se arman de forma ortogonal para aprovechar mejor la superficie construida. Esto tiene como contraparte que la fachada se facete y le reste fuerza a cilindro. Empeora aún más al cortar el perímetro blanco con vacíos para que no exista continuidad entre una terraza y la otra.
Las terrazas son el punto de contacto entre lo ortogonal de la planta y el perímetro circular y se puede entender como lo que queda de restarle una forma a la otra. Los dormitorios tienen terrazas de un tamaño muy parecido a las terrazas de estares donde puede que entre una mesa pequeña o dos reposeras pero no mucho más.
Si bien se llega a los departamentos por palieres independientes con dos puertas cada uno, Artower cuenta con 4 ascensores, cada piso puede alojar hasta 28 personas. Si todos los usaran estaríamos hablando de un espacio común un tanto ajustado. Los espacios comunes además de no ser una maravilla, se organizan alrededor de la planta del acceso y tienen gran permeabilidad visual desde el hall y la calle porque se cierra el lote con un perímetro enrejado.
La frutilla del postre está en el remate de la torre que está dividida en pequeños espacios a espaldas de otros pequeños espacios iguales (asadores) que dan a una angosta terraza que da a una angosta piscina perimetral. Sobre estas habitaciones hay un helipuerto que el video promocional reza tenga una escalera o algo para llegar a él.
El Depto más chico, de un dormitorio sale 226 mil dólares, a razón de más de $3500 dólares el metro cuadrado. Artower es de esos dulces que venden en la costa: compras porque se ve delicioso pero son más caros de lo que su sabor apremia.
CLAVES para entender un Artower REGULAR
- El diseño tiene mucha azúcar impalpable.
- Los estares de los departamentos grandes no son mucho más grandes que los de departamentos chicos.
- Los espacios comunes son pequeños para 640 y pico de personas.
- El precio por metro cuadrado supera los 3500 dólares, un precio un poco alto para lo que tiene para ofrecer.
Artower es un proyecto vistoso que espera captar mucha inversión argentina que tenga interés en invertir en Uruguay... empezando por cobrar más de lo sale una propiedad en Buenos Aires.
FC
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